domingo, 23 de septiembre de 2007

El pavo real quejándose a Juno

El pavo real elevaba sus quejas a la diosa Juno. “No me quejo sin motivo, oh Diosa, decía. La voz que me habéis dado disgusta a todos, mientras que el ruiseñor mezquino animalejo, canta de una manera tan deliciosa, que es gala y honor de la primavera.”
Juno, irritada, respondióle: “Ten la lengua, ave celosa: ¿Cómo envidias la voz del ruiseñor, tú que adornas la garganta con los brillantes esplendores del iris, y te pavoneas, desplegando una cola tan magnifica, que parece el escaparate de un lapidario? ¿Hay ave alguna más hermosa que tú? Ningún ser reúne todas las perfecciones. Os hemos distribuido diversas prendas: animales ha a quienes cupo en el reparto la fuerza y la corpulencia; el halcón es ligero; valerosa el águila; agorera la corneja: y cada cual ha de contentarse con su suerte. No te quejes, pues, o te quitaré en castigo tu plumaje.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pavo real, realmente quejarse a juno. Par diez